Te levantas un día más, piensas que esta vez sí, es el día
adecuado para salir del lugar al que te has metido, y en cambio ese día cae
sobre ti más todavía, y te encuentras aguantando el chaparrón hasta que amaine.
Piensas que después de la tormenta siempre viene la calma, pero no, sigue cayendo e incluso hasta más fuerte, y
sigue. Así un día tras otro, y otro, y otro,... la rutina que andas sumido es
así un chaparrón detrás de otro. Agobios, prisas, malas caras, tristeza,
¿nostalgia?,… muchos calificativos seguidos
y casi ninguno tiene eso que a mí me gustaría, pero hay que seguir
adelante ya no hay tiempo para pararse, es obligatorio no mirar atrás y ser tú
mismo.
Y cuando ya casi no te quedan esperanzas, que está a punto
de sobrepasar el límite que tienes, te queda nada para venirte abajo, siempre llega
alguien que te levanta el ánimo o recibes una noticia que en principio te deja
en shock, te deja sorprendido sí, pero de la alegría, eran tan esperada como increíble. Y como no, necesaria, SÍ yo creo que es la
palabra exacta, necesitaba una noticia así que me levantara el ánimo, llevaba
varios días sin ganas, con el ánimo por los suelos, y eso que había conseguido
aquello por lo que había luchado durante tanto tiempo, pero es que aún así,
estaba desganado, y sí después de la tormenta ha venido de momento la calma
¿Por cuánto tiempo? Ni idea, pero espero que dure bastante más que
anteriormente.
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