viernes, 18 de noviembre de 2011

Rutina


Te levantas un día más, piensas que esta vez sí, es el día adecuado para salir del lugar al que te has metido, y en cambio ese día cae sobre ti más todavía, y te encuentras aguantando el chaparrón hasta que amaine. Piensas que después de la tormenta siempre viene la calma, pero no,  sigue cayendo e incluso hasta más fuerte, y sigue. Así un día tras otro, y otro, y otro,... la rutina que andas sumido es así un chaparrón detrás de otro. Agobios, prisas, malas caras, tristeza, ¿nostalgia?,… muchos calificativos seguidos  y casi ninguno tiene eso que a mí me gustaría, pero hay que seguir adelante ya no hay tiempo para pararse, es obligatorio no mirar atrás y ser tú mismo.

Y cuando ya casi no te quedan esperanzas, que está a punto de sobrepasar el límite que tienes, te queda nada para venirte abajo, siempre llega alguien que te levanta el ánimo o recibes una noticia que en principio te deja en shock, te deja sorprendido sí, pero de la alegría, eran tan esperada como increíble.  Y como no, necesaria, SÍ yo creo que es la palabra exacta, necesitaba una noticia así que me levantara el ánimo, llevaba varios días sin ganas, con el ánimo por los suelos, y eso que había conseguido aquello por lo que había luchado durante tanto tiempo, pero es que aún así, estaba desganado, y sí después de la tormenta ha venido de momento la calma ¿Por cuánto tiempo? Ni idea, pero espero que dure bastante más que anteriormente.

No hay comentarios: